Esto de celebrar los cumpleaños de los niños supone un dineral y, además, llena de actos sociales la agenda de cualquier familia. Para amortiguar el impacto económico de estos actos festivo-sociales os voy a contar una iniciativa:
En el caso de la clase de mi hijo todos los niños de la clase (entre 23 y 25, dependiendo del año) estaban invitados al cumpleaños. Esto suponía que, la familia del niño que cumplía los años tenía que dedicar una cantidad importante para la celebración. Por otro lado, los niños que asistían al cumple también tenían que hacer un desembolso económico importante; especialmente si, en el mismo mes, coincidían tres o cuatro cumpleaños de niños de la clase.
En la clase de mi hijo, desde el año pasado, hemos puesto en marcha la “celebración colectiva de cumpleaños”. Me explico: los niños que cumplen años el mismo mes hacen una fiesta de cumpleaños común.
Esto supone que los niños celebran el cumpleaños con todos sus compañeros; mientras los PAPAS (mamás y papás) tomamos algo juntos, charlamos y nos relajamos. Los gastos se comparten entre los PAPAS de los niños que celebran el cumpleaños. Aún así (invitando a los PAPAS a tomar algo) sale más económico que celebrar el cumpleaños de forma individual.
De forma paralela, también se han organizado las “compras colectivas de regalos de cumpleaños”. Esto supone que cada invitado pone una cantidad por cada niño que cumple los años -el año pasado cinco (5) euros y este año tres (3) euros-. Con ese dinero se compran el regalo o los regalos que quieren los niños del cumpleaños. La cantidad que se ha estimado para dedicar a cada regalo está en torno a los cincuenta y cinco (55) euros.
Los regalos están bastante bien; teniendo en cuenta además que los niños, en la mayoría de la ocasiones, apenas abren los regalos, los miran y los dejan para irse a jugar en el cumpleaños con sus amigos.
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