Mayi:
Los cuentos los narra habitualmente Elena (maestra de infantil), aunque a veces, como este fin de semana, viene un escritor local a contarlo. La narradora comienza presentándose y haciendo que los niños digan su nombre, y como hilo director tiene un baúl viajero, ya sordo, al que hay que gritarle palabras mágicas para que muestre el cuento que guarda en su interior. Si acudes habitualmente, la maestra narradora te trata como de la familia.
Las actividades van desde colorear un orinal en un mural con pintura de dedos ("¿Quién ha visto mi orinal?"), a realizar una "caca" con pasta de sal ("El topo que quería saber..."), pasando por diversas actividades de colorear, recortar, picar y pegar para hacer una máscara ("Negra Noche"), una mariposa ("Orejas de mariposa"), un huevo que deja ver al pollo que lleva dentro ("La vaca que puso un huevo"), siempre algo relacionado con el cuento que se ha contado. Dependiendo del niño, de su actitud hacia la actividad, de la ayuda que necesite, se tarda un tiempo diferente, pero son aproximadamente veinte minutos.
La verdad es que a mi hija le encanta ir. De hecho, el sábado que queremos hacer otra cosa, hay que "engañarla" diciéndole que no hay cuentacuentos. Van niños desde 3 años, de vez en cuando hay algún cuento dedicado a niños más pequeñitos. Pero los de 5 (como mi hija) y un poquito mayores son los que más disfrutan, sobre todo de la actividad posterior al cuentacuentos.
Para mí, lo mejor, es ver la espontaneidad de los niños frente al cuento y el poder realizar una actividad con ellos, como las que pueden estar haciendo en el cole. De esta manera puedes comprobar cómo se enfrenta tu hij@ al trabajo que realizan a diario, porque aunque en casa puedas hacer cosas, el ambiente es diferente.
Por cierto, el precio del cuento más la actividad es de 3€ por niño. Los menores de 5 años pueden ir acompañado por un adulto (gratis). La actividad comienza a las 12 horas.
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